Implica un renunciamiento para volver a empezar y renovar el ciclo. Este arcano representa un alto en el camino evolutivo de la persona. La suspensión representada por un hombre invertido muestra que lo que está arriba también está abajo y que, de este modo, todos los actos del hombre en el plano físico quedan marcados sobre el plano espiritual. Es decir que todo lo que hacemos repercute en nuestro espíritu, pero también sucede la interacción contraria, siendo un hecho que lo espiritual también se traslada a los hechos materiales.

El Colgado tiene escarpines azules, lo que significa que aunque está inmerso en el mundo material, la espiritualidad está muy presente en él. Sus brazos de color piel cubiertos hasta la mitad con mangas rojas representan los lazos que unen a la persona con sus propias fuerzas pasionales y, por ende, vitales. Sin embargo, al tener el cabello azul significa que la espiritualidad está muy arraigada en él.

El suelo verde representa que el sacrificio da sus frutos con el tiempo y, a su vez, que es el saber intelectual el que le da al hombre un rumbo en la vida.

El consultante que obtenga esta carta en su leída de Tarot significa que habrá una pausa en su vida que precederá una importante transición. En el plano mental, ocurre que la persona se enfrentará a diversos recuerdos del pasado antes de ser capaz de tomar una decisión. Los procesos necesitan madurar aún y existe una marcada indecisión y falta de determinación en el área de los afectos. Al mismo tiempo, la persona deberá renunciar a algo y habrá abandonos. También significa que todo proyecto que se comience quedará sólo en la parte de su planificación, sin poder concretarse. En el aspecto de la salud, indica padecimiento de problemas circulatorios.

Si la carta sale invertida, se obtendrá un éxito en los proyectos, pero ocurrirá con altibajos. Sin embargo, los logros no vendrán acompañados de satisfacción.